2.1 LOS SEROMAS: Son colecciones, a veces importantes, de líquido claro o hemático en la herida, que se forman en muchas heridas debidas al traumatismo que supone la cirugía. Son benignas, no suponen infección quirúrgica (no hay pus) y se eliminan fácilmente en pocos días con o sin drenajes.
2.2 LA DEHISCENCIA DE SUTURAS: Es la separación inusual de los bordes de la herida quirúrgica, a pesar de que se haya realizado una sutura o al retirar ésta. A veces se producen por traumatismos sobre la herida o por esfuerzos innecesarios tras la intervención, aunque la propia infección quirúrgica, puede ser una de las causas.
2.3 LAS GRANDES CICATRICES O QUELOIDES: Se producen por una cicatrización excesiva o defectuosa, que produce un exceso de tejido fibroso en la cicatriz. Pueden producirse también por infecciones quirúrgicas o dehiscencia de suturas.
2.4 EL SÍNDROME DE HERIDA DOLOROSA: Hasta un 20% de las heridas quirúrgicas producen, aunque curen, diversos cuadros de dolor persistente, disestesias o sensibilidad dolorosa. Es un cuadro normal, que mejora a lo largo del tiempo. Se relaciona con el daño producido a órganos y tejidos y la cicatrización.