Disponible en: http://www.who.int/gpsc/ssi-guidelines/en/
Se trata de un ingente trabajo de revisión frente a la práctica totalidad de aspectos que rodean a la prevención de las infecciones de localización quirúrgica (ILQ). Incluye un documento base de 186 páginas y 27 anexos con las revisiones sistemáticas y/o metaanálisis de las principales medidas preventivas. Se publica por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en Noviembre de 2016 y son las primeras directrices mundiales de este tipo. Además, presentan información adicional en apoyo de acciones para mejorar la práctica clínica habitual durante el proceso operatorio. Ha sido desarrollada por expertos internacionales.
El objetivo general es lograr la normalización de las medidas que consigan prevenir la ISQ, teniendo como objetivos adicionales:
- Proporcionar recomendaciones integrales basadas en el consenso de expertos y basadas en pruebas tangibles, que se apliquen durante los períodos pre, intra y postoperatorios para la prevención de la ILQ y ayudar a combatir la resistencia a los antimicrobianos.
- Apoyar a los centros sanitarios y a los profesionales sanitarios a desarrollar o reforzar los programas de prevención y control de infecciones, con especial atención a la seguridad quirúrgica.
- Para destacar que trabajando en equipo, tanto las prácticas como los resultados en salud sobre los pacientes pueden mejorarse, teniendo en cuenta la disponibilidad de recursos.
La guía destaca que se ha realizado para aumentar la concienciación sobre la carga global de la ILQ en todos los ámbitos, para aumentar el conocimiento de la necesidad de una profilaxis antibiótica adecuada para los pacientes quirúrgicos, así como el conocimiento de la alta carga de ILQ prevenible y movilizar cirujanos, personal de enfermería, anestesistas y cualquier otro profesional que brinde atención quirúrgica directamente.
Además, y en sintonía con el programa de resistencia a los antimicrobianos, se señala la importancia de la prevención para evitar tratamientos antibióticos innecesarios.
LAS RECOMENDACIONES CON ALTO GRADO DE EVIDENCIA SON:
- Los pacientes portadores nasales conocidos de S. aureus deben recibir aplicaciones intranasales de mupirocina 2% con o sin una combinación de lavado corporal con gluconato de clorhexidina.
- La preparación intestinal mecánica sola (sin la administración de antibióticos orales) NO debe usarse en pacientes adultos sometidos a cirugía colorrectal electiva.
- En los pacientes que se someten a cualquier procedimiento quirúrgico, el vello NO debe ser eliminado y, en el caso de que fuera absolutamente necesario, sólo debe ser eliminado con una cortadora. La Guía recomienda encarecidamente no usar cuchilla de afeitar para eliminar el vello en ningún momento, ya sea antes de la operación o en el quirófano.
- La profilaxis antibiótica quirúrgica debe ser administrada antes de la incisión quirúrgica, cuando esté indicada. Debe administrarse dentro de 120 minutos antes de la incisión, teniendo en cuenta la vida media del antibiótico.
- La higiene de manos quirúrgica se debe realizar mediante frotado con un jabón antimicrobiano adecuado y agua, o utilizando una solución hidroalcoholica adeacuada antes de ponerse guantes estériles.
- Las soluciones antisépticas a base de alcohol junto con gluconato de clhorexidina deben usarse para la preparación quirúrgica de la piel del sitio quirúrgico que se someten a procedimientos quirúrgicos.
- Los pacientes adultos sometidos a anestesia general con intubación endotraqueal deben recibir un 80% de fracción oxígeno inspirado en el intraoperatorio y, si es factible, en el postoperatorio inmediato durante 2-6 horas.
- La administración quirúrgica de la profilaxis antibiótica no debe prolongarse una vez finalizada la operación.
LAS RECOMENDACIONES DE CARÁCTER CONDICIONAL SON:
- Los medicamentos inmunosupresores no deben suspenderse antes de la cirugía con el propósito de prevenir la ILQ.
- Considerar la administración oral o enteral de múltiples fórmulas nutricionales mejoradas con el propósito de prevenir la ISQ en pacientes con bajo peso que se sometan a cirugía mayor.
- Es una buena práctica clínica para los pacientes se den un baño o una ducha antes de la cirugía. Para ello se puede utilizar un jabón normal o un jabón antiséptico.
- No se deben utilizar selladores antimicrobianos después de la preparación quirúrgica de la piel para reducir la ILQ.
- Los dispositivos de calentamiento deben utilizarse para mantener la temperatura corporal del paciente en la sala de operaciones y durante la cirugía.
- Los protocolos para el control perioperatorio intensivo de la glucemia se deben utilizar tanto para pacientes adultos diabéticos como para no diabéticos que se someten a procedimientos quirúrgicos.
- Los campos quirúrgicos adhesivos con o sin antimicrobiano no deben usarse para prevenir la ILQ.
- Considere el uso de cualquier dispositivo protector o apósito para cubrir la herida en procedimientos quirúrgicos abdominales limpios, contaminados y sucios con el fin de reducir ILQ.
- El apósito avanzado de cualquier tipo no debe usarse en comparación con apósitos estándar en heridas quirúrgicas, principalmente cerradas, con el propósito de prevenir la ILQ.
- Considere el uso de irrigación de la herida incisional con una solución acuosa de povidona yodada acuosa antes del cierre, particularmente en heridas limpias y limpias-contaminadas.
- Considere la terapia de presión negativa profiláctica en la herida en pacientes adultos o en las incisiones quirúrgicas cerradas de forma primaria en heridas de alto riesgo, teniendo en cuenta los recursos.
- Las suturas recubiertas con triclosán podrían utilizarse para reducir el riesgo de ILQ, independientemente del tipo de cirugía.
- El drenaje de la herida debe retirarse cuando sea clínicamente indicado. No se encontraron pruebas que permitieran hacer una recomendación sobre el momento óptimo para la extracción del drenaje de la herida ni del cambio de apósito con el fin de prevenir la ILQ.
Este documento de la OMS es la guía más completa del que disponemos actualmente, relativa a la prevención de las ILQ, y puede considerarse como el texto de referencia para los programas de prevención y control. Sin embargo, apenas incorpora nuevas recomendaciones a las ya incluidas en las guías de sociedades científicas u organismos sanitarios ya comentadas en esta Sección, aparecidas entre los años 2011 y 2014, las cuales ya hemos incluido en la sección de "Revisamos artículos para ti" de la página web del Proyecto Infección Quirúrgica Zero http://infeccionquirurgicazero.es/es/revisamos-articulos-para-ti/guias-sobre-prevencion-de-las-infecciones-quirurgicas . Como ejemplo de estas escasas novedades podemos citar el uso condicional de las suturas con triclosan, el uso de irrigaciones de povidoba yodada antes del cierre de las heridas y la terapia de presión negativa en las heridas cerradas.
Las recomendaciones con mayor nivel de evidencia incluidas en esta Guía de la OMS coinciden totalmente con las medidas actualmente preconizadas por el proyecto Infección Quirúrgica Zero, tanto en las recomendaciones generales de higiene, como en las 5 medidas específicas de prevención avaladas por el Proyecto.